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domingo, 8 de marzo de 2009

Día 31.-Buscando guardaespaldas

Raüm se levantó con el estomago revuelto, la cabeza le daba vueltas y le dolía la espalda, sin duda, el día anterior había bebido demasiado, trató de hacer recuento de lo sucedido el día anterior, creyó recordarlo todo. Ethan estaba en pie, mirando por la ventana, pero cuando percibió que le observaba se dio la vuelta.

-Supongo que no partiremos hoy, ya se ha hecho un poco tarde, y me consta que ayer bebimos más de la cuenta., se acercó a la cama, ya parecía algo mejor aunque sus movimientos aún eran torpes y lentos.

-Buenos días Ethan, supongo que deberías saber que hice ayer.

-No soy tu mujer...

-Claro, mira, no había dinero, hemos llegado a un acuerdo, tengo que llegar a casa y cerrar algunos temas, y volver lo antes posible trayendo con migo mucha mercancía por lo que necesitaré una buena escolta, como el trato es muy provechoso para varias personas, llevaremos compañía, he supuesto que te gustaría acompañarme, pero si no es así, tengo tu dinero preparado.

-No digas tonterías Raüm, has acudido a un prestamista, quizá a dos me has salvado de morir casi con toda seguridad, en el camino y ¿aún dudas que te acompañe? Necesitarás alguien de confianza, tantos intereses cruzados solo pueden acarrear problemas.

Raüm contó escuetamente a Ethan cual había sido su actividad el día anterior, como él mismo había tenido ciertos contratos en el pasado comprendía que los acuerdos firmados pro Raüm no eran en absoluto ventajosos y que podían costarle todo su dinero o incluso la vida. Ethan estaba doblemente en deuda con el mercader y no iba a dejar que cayera en desgracia una persona que había luchado por él. Se sentía obligado pro un código que hacía tiempo que tenía olvidado, ya no era un caballero, pero nunca sería capaz de dejar de serlo.

Esa misma tarde Raüm comentó que saldría a buscar algunos hombres dispuestos a acompañarles a cambio de unas monedas, pero Ethan, a pesar de encontrarse aún demasiado débil, insistió en acompañarle. Avanzaron despacio, de taberna en taberna, preguntando, muchos eran los hombres dispuestos a acompañarlos, pero pocos los que además podías aportar sus propias armas, tras toda una tarde buscando solo habían conseguido un hombre, un joven cazador ávido de aventuras que ofreció un arco largo que a duras penas podría sostener.

Por al noche volvieron a la posada, varios hombres les estaban esperando, decían ser los hombres de Jur, diez hombres musculosos con pinta de bandidos o mercenarios. Cenaron con ellos y Raüm les invitó a un par de rondas de cerveza, pero al acabar se marcharon quedando en volver a verles el día siguiente.

Ethan decidió marchar a dar una vuelta por al zona, pero Raüm no se encontraba con fuerzas.

Tras pasar por un par de tabernas, entró en una lo bastante lúgubre para que alguno de los hombres de Jur siguieran bebiendo a buen ritmo, Ethan sabía que solo era cuestión de buscar, durante la cena había mantenido a posta un aspecto de guardaespaldas, escrutándoles y vigilando que no hiciesen ninguna estupidez, dando a entender que él allí era un profesional y nada más le unía a Raüm.

Se sentó junto a ellos y les invitó a una ronda, luego fue él el invitado, bebieron y jugaron a los dados, Ethan apostaba fuerte, regalando las jugadas, el hombre de Jur, que aún quedaba en pie, un tal Turd, parecía excesivamente contento y empezó a hablar de más, Ethan supo por él que Jur se había asegurado que no hubiese buenos hombres disponibles para acompañar a Raüm, solo jóvenes y campesinos, decía que habían corrido la voz, que su jefe no deseaba que Raüm pudiese escapar, que estaba más seguro si sus hombres custodiaban todo el dinero.

Ethan dejó a Turd dormido sobre la mesa y pagó la última ronda con el mismo dinero que acababa de perder. “A esta invitas tú.” le dijo entre dientes a Turd. Le había costado mucho tiempo y bastante dinero llegar a aquel punto, pero la información bien valía el precio.



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Una Daga en la Noche by Adrián García Maganto is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.

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