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miércoles, 3 de junio de 2009

Día 39.- Llegando a Manrik

Habían conseguido alcanzar Gardland sin tener que hacer frente a la nieve, un par de días les había llovido ligeramente pero, por suerte, habían podido resguardarse en los frondosos bosques lo suficiente para encender hogueras que les mantuvieran secos y calientes.

Briane, que había comenzado el viaje durmiendo sola en el carro, ahora dormía junto a Ethan, al abrigo de su cuerpo, compartiendo el calor que el mercenario siempre pensó que nunca más compartiría. Aquella noche había decidido doblar guardia junto a Framar, ambos estaban encantados de no tener que mantener conversaciones con sus otros guardaespaldas. Briane se despertó cuando ya hacía bastante que Ethan no estaba a su lado, sintió frío y se arrebujó en la manta mientras pasaba por entre los cuerpos tendidos del resto de los hombres.

Era demasiado hermosa, Ethan no dejaba de mirarla mientras ella se acercaba al fuego que hacía más ardientes aún sus cabellos, sabía que la muchacha lo estaba pasando mal desde hacía días, no era solo lo de su madre, había algo más, aquellos hombres aprovechaban cualquier despiste de Ethan para acercarse a ella, más de una vez había visto como se alejaban de su lado solo cuando él aparecía, esto estaba haciendo que su carácter fuera más hosco y solo ella sabía devolverle la sonrisa.

Briane se sentó junto a él, le besó con suavidad en la mejilla y se frotó las manos frente al fuego.

-¿Eth?

-Dime Bri.- Ella sonreía cuando él la llamaba así, sabía que a él no le gustaba que le llamara así, pero ella no podía resistirse y sabía que el nombre que ella recibía a cambio era la venganza de aquel enorme guerrero.

-Estaba pensando.

-¿Qué pensabas?

-En mi casa, en todo lo que he dejado atrás,- él la miró con tristeza en lo ojos- Ethan, no lo hecho de menos, pero... No se, es como si algo malo fuera a pasar porque yo no estoy, es una tontería, lo se, pero...

-Tranquila es normal.

-Hay una cosa que necesito saber.

-¿Y bien?

-¿Tú eres Ethan-A-Krom?

-¿Quién te ha dicho esa estupidez? Maldito Framar cuando vuelva le voy a decir un par de cosas.

-No ha sido él, Raüm me lo dijo en Freetown antes de iros, pensar que eso fuera cierto...

-Briane, eso no cambia nada, no lo elegí, en realidad nunca debería haberlo sido, todo habría sido más fácil. No lo entiendes, ni siquiera él debía saberlo, nadie lo entiende. Si no hablo de ello es porque no me siento orgulloso, perdí mi título, a mi mujer. Todo.

-Pues, perdona que me alegre, si no fuese así Raüm ya habría muerto congelado y yo seguiría aguantando los insultos y los sobeteos de los clientes de la taberna. Y creo que Framar ha rejuvenecido varios años desde que tú apareciste, antes era un viejo cascarrabias, ahora tiene una misión, le conozco hace tiempo, nada especial, de vez en cuando paraba por la posada, no hablaba mucho y casi siempre estaba solo. Por eso te digo que no entiendo por que lo mantienes en secreto entre aquellos que te queremos.

Briane tenía lágrimas en los ojos, él la abrazó, balbuceó un “lo siento”, que ni siquiera supo si ella había oído pero luego la besó, siguieron así, abrazados largo rato hasta que se quedo dormida sobre su hombro.


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Una Daga en la Noche by Adrián García Maganto is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-No comercial-Sin obras derivadas 3.0 España License.

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